El principio del éxito de cualquier estrategia y acción de marketing y comunicación nace en los objetivos
Los objetivos SMART nos ayudarán a catapultar a nuestra empresa al éxito
Cómo definir los objetivos de marketing y comunicación de tu empresa
- Específicos (Specific): Los objetivos de cualquier empresa deben ser concretos. Un error común es plantearse objetivo generalistas como por ejemplo “vender más”. Sin embargo, si vendemos una unidad más, por ejemplo, ¿ya hemos conseguido el objetivo? Probablemente no. Por eso, y para evitar confusiones, los objetivos de marketing y comunicación deben ser concretos. Cuanto más específicos son los objetivos más fácil es alcanzar y contabilizar su éxito.
- Medibles (mensurable): Del mismo modo que los objetivos deben ser específicos, también deben ser medibles para poder contabilizarlos. Por eso es recomendable utilizar números/unidades en la configuración de los objetivos de marketing y comunicación de nuestra empresa, como por ejemplo “vender un 5% más”.
- Alcanzables (Achievable): Otro de los errores comunes en la definición de los objetivos de marketing y comunicación es establecer objetivos difíciles de realizar por falta de conocimiento, capacidad, etc. Por ejemplo, si nos proponemos duplicar las ventas en un mes pero no hacemos publicidad ni contratamos más personal para abastecer la demanda, etc. es muy probable que no consigamos los objetivos por falta de recursos o inversión. Por eso, es fundamental que los objetivos siempre sean alcanzables teniendo en cuenta la inversión y recursos de nuestra empresa.
- Realistas (Realistic): Otro error típico es establecer objetivos poco o nada realistas. Por ejemplo, si nos planteamos como objetivos “ser el producto más vendido de todos los tiempos” es muy probable que no lo consigamos. Por eso, y aunque parezca obvio, todos los objetivos de marketing y comunicación que nos propongamos deben ser realistas ya que, sino además de no conseguir los objetivos que nos proponemos, lo único que conseguiremos será frustrarnos.
- Acotados en el tiempo (Time-bound): Otra de las claves para establecer objetivos de forma exitosa, es asegurarnos que están acotados en el tiempo. Es decir, poniéndole una fecha límite. Sólo de este modo podremos medirlos, analizarlos y compararlos. Siguiendo el ejemplo que hemos puesto anteriormente, si uno de nuestros objetivos es vender un 5% más, será necesario que lo limitemos en un periodo de tiempo determinado para que podamos medir y comparar el éxito de ese objetivo, como por ejemplo sería, “vender un 5% más de X producto en 3 meses”. De este modo, podemos contabilizar con exactitud si hemos conseguido ese objetivo.